Lo he dicho
157, 359 veces y esta será la 157, 360: Me encanta la ciencia ficción en
cualquier medio de entretenimiento, fácilmente uno de mis géneros favoritos. Es
precisamente este gusto desmedido lo que casi siempre me hace ser muy parcial al
hablar sobre películas de este género (algo que también he aclarado en múltiples
ocasiones) y el caso de Valerian y la
Ciudad de los Mil Planetas no es la excepción, sin embargo, y aunque me
duela muchísimo admitirlo, la película en realidad no es muy buena que digamos.
En Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas
veremos las aventuras de un par de agentes secretos intergalácticos del futuro.
Como parte de su más reciente misión, los agentes Valerian (Dane DeHaan) y Laureline
(Cara Delevingne) se dirigen a la estación espacial Alpha, una ciudadela
espacial que alberga a miles de especies extraterrestres que conviven
armoniosamente unas con otras. Despues de una inespicable premonision, Valerian
comienza a sospechar sobre las verdaderas intenciones de su misión y poco a
poco, con ayuda de Laureline, ambos agentes irán descubriendo una conspiración que
podría poner en riesgo la vida de todos los habitantes de Alpha.
Lo primero
que hay que resaltar es que la película es visualmente espectacular… por lo
menos la mitad del tiempo. Las diversas especies alienígenas y sus entornos están
llenos de creatividad y mucho colorido, lo cual los hace resaltar a la vista,
desafortunadamente en muchas ocasiones los efectos visuales cambian en cuanto a
calidad de escena a escena, a veces integrándose fácilmente entre los muchos
elementos que se ven en pantalla pero en muchas ocasiones la animación por
computadora parece haber salido de un videojuego de Play Station 2, lo cual
sería un alago si estuviéramos en el año 2000. Por otro lado, y aunque Valerian no es ni el primer ni el último
ejemplo de esto, cuando los actores reales interactúan con los escenarios
creados por computador, resulta muy evidente el uso del tan socorrido “green
screen”, lo cual hace ver las escenas tan reales como un billete de treinta
pesos.
Las escenas
de acción también cuentan con un gran nivel de creatividad y definitivamente
son el punto fuerte de la cinta, desafortunadamente fuera del básico espectáculo
visual que brindan, poco o nada contribuyen al desarrollo de la historia.
Tristemente las escenas de acción, aunque entretenidas, casi siempre resultan
una forma de alargar innecesariamente la duración de la película, convirtiendo
a lo que debería ser una secuencia emocionante en algo cansado y repetitivo,
sobre todo al final que, de verdad, de verdad, DE VERDAD me duele decirlo, se
cae en el tan trillado, aburrido y sobre explotado cliché de detener una bomba
de tiempo en los últimos segundos antes de que explote.
Todo esto
sería más llevadero si los personajes principales fueran carismáticos pero este
no es el caso. Valerian y Laureline pueden ser bastante agradables a la vista,
pero las interacciones de “dúo dinámico” que la película intenta vendernos
simplemente nunca son convincentes. Los actores no tienen química entre ello,
lo cual se resalta todavía más obvio cuando el guion los fuerza a tener una
subtrama romántica entre ellos que resulta todo menos convincente. Me ciento sucio al decirlo en voz alta, pero
Twilight es una historia de amor más convincente que lo que vemos en Valerian
¡Y yo odio con toda mi alma esa mierda de Twilight!
Creo que Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas
cuenta con el potencial de volverse una de esas películas de culto para
aquellos que somos fans de hueso colorado de la ciencia ficción/fantasía, más
que nada por su creativo aspecto visual y una historia que resultaría verdaderamente
interesante si no sintiera la necesidad de interrumpirla cada dos segundos con
una secuencia de acción demasiado larga. Aunque creo que visualmente Valerian puede ser entretenida, la
verdad es que eso no es suficiente como para recomendar ver esta película en el
cine. Solo para fans del género y aun con esto más de una saldrá decepcionado.
Valerian y
la Ciudad de los Mil Planetas: 2/5. Meh (y creo que le estoy dando un punto más
del que debería por mí ya tan cantada afinidad por la ciencia ficción).
Mejor que:
Pasajeros (2016), El Destino de Júpiter (2015).
No tan buena
como: El Perfecto Asesino (1994), El Quinto Elemento (1997) ¿Esas dos últimas
comparaciones parecen demasiado extrañas? No deberían, ya que son películas del
mismo director de Valerian
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